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jueves, 22 de abril de 2010

Abdon Porte, el capitán que dejó su vida por Nacional


"Cuando un muchacho llega, por A o B, y sin previo entrenamiento, a gustar de ese fuerte alcohol de varones que es la gloria, pierde la cabeza irremediablemente. Es un paraíso demasiado artificial para su joven corazón. A veces pierde algo más, que después se encuentra en la lista de defunciones.
Tal es el caso de Juan Polti, half-back del Nacional de Montevideo. Como entrenamiento en el juego, el muchacho lo tenía a conciencia. Tenía, además, una cabeza muy dura, y ponía el cuerpo rígido como un taco al saltar; por lo cual jugaba al billar con la pelota, lanzándola de corrida hasta el mismo gol.
Polti tenía veinte años, y había pisado la cancha a los quince, en un ignorado club de quinta categoría”, decía en 1918 el escritor salteño Horacio Quiroga en un cuento al que denominó “Juan Polti”, inspirado en el suicido del capitán tricolor Abdón Porte ocurrido ese mismo año en el Parque Central.

Su paso en el fútbol
Nació en Montevideo en 1880 y empezó su carrera deportiva en Colón Fútbol Club en 1909, equipo al que pertenecieron, entre otros Foglino y Levrato. Al año siguiente pasó al equipo Libertad, en el que permaneció un año. Y en 1911 pidió pase para el club de sus amores: Nacional.
"... Era un lungo rústico, flaco, 'morochón y peloduro' que procedía del 2, de Libertad, si bien había sido Colón el Club que lo trajo a la Capital....", dijo Xosé de Enríquez en su libro Hacia el campo van los albos.
Allí debutó en el tricolor el 12 de marzo de 1911, año en que se inauguró el Parque Central, frente al Club Dublín, jugando de lateral derecho, aunque su posición en la cancha era de volante.
"Era un típico hombre defensivo de estilo combativo; tenaz 'centre-half' de un período brillante del fútbol oriental. Abdón Porte era notable, con virtudes y cualidades extraordinarias, defensivas y de colaboración, bien conocidas y recordadas por mucho tiempo, por los aficionados de antaño. Era un muchachón bueno, 'amigo de los amigos'; gauchazo para hacer bien. Manso en la cancha aunque lo 'rompieran' a patadas”, señaló Luis Scapinachis, ex jugador y amigo de Porte.
En Nacional disputó 207 y ganó muchos torneos: cuatro campeonatos uruguayos (1912, 1915, 1916 y 1917), cuatro Copas Competencia, cinco Copas de Honor, tres Copas de Honor (Cousenier) internacionales, dos Copas Competencia y una Copa Río de la Plata. Con la selección uruguaya salió campeón de la Copa América en 1917.
Pero todo cambiaría para 1918.

El fatídico final
"Después del partido ante Charley, para la temporada de 1918, la directiva de Nacional decidió correr a Alfredo Zibechi al centro. Porte era reemplazado. Sería un suplente, un hombre de reserva. No pudo soportar el golpe: escribió una carta, marchó al Parque Central y en la vieja cancha en la que tanto brillara, la que fuera teatro de sus máximas proezas, en su puesto, puso fin a su vida (...) Cinco días después Nacional disputó un partido con Wanderers a beneficio de la familia de Porte. Asistimos a ese cotejo en que flotó el recuerdo del “Indio”. Cuando los ojos distraídos dirigían sus miradas hacia el medio eje albo... buscaban a Porte. Allí lo habíamos visto muchas veces; allí se había dormido, allí fue. Acaso la vieja torre del molino sigue mirando hacia allí", escribió el periodista Diego Lucero.
El partido ante el Club Charley fue el 4 de marzo de 1918, pocos días antes del que sería su casamiento, que estaba programado para el 3 de abril.
Fue por eso que el “Indio”, como lo apodaban, en la madrugada del 5 fue al Parque Central y en el centro de la cancha se suicidó con un disparo en el corazón. Su cuerpo fue encontrado cerca de la seis de la mañana por el perro de Severino Castillo, el alambrador del Parque en aquella época. Al lado de su cuerpo, estaba el revólver y había una carta dirigida al Doctor José María Delgado, presidente del club. Ella rezaba:
“Querido Doctor Don José María Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mí querida madre.
Adiós querido amigo de la vida. Abdón Porte”.
Debajo de su firma dejó unas líneas dedicadas a su querido tricolor.
“Nacional aunque en polvo convertido
Y en polvo siempre amante.
No lo olvidaré un instante
Lo mucho que te he querido
Adiós para siempre.
En el Cementerio de la Teja con Bolívar y Carlitos”
Eusebio Céspedes, el padre de Bolívar y Carlos, quienes habían muerto de viruela, hizo posible que sea enterrado junto a sus amigos.
"Nacional era su ideal, lo amaba como el creyente a su fe, como el patriota a su bandera", reflexionó el dirigente Numa Pesquera.
Scapinachis, por su parte, señaló: "¿Por qué se mató? Porque anidaba en su corazón y en todo su ser el deseo de vestir siempre la tricolor, y cuando empezaron a flaquearle las piernas cargadas de victoria, ante la cruel perspectiva de ser eliminado del conjunto, optó por eliminarse."
A partir de allí pasó a ser uno de los máximos ídolos tricolores. El club, en homenaje a Porte, decidió bautizar una tribuna con su nombre. En los partidos, cuando el equipo juega de local, se puede observar una bandera que dice: "Por la sangre de Abdón".

“Así fueron informados los muchachos esa misma noche en el club, por donde pasó Polti hacia media noche. Estuvo alegre y decidor como siempre. Estuvo un cuarto de hora, y después de confrontar, reloj en mano, la hora del último tranvía a la Unión, salió.
Esto es lo que se sabe de esa noche. Pero esa madrugada fue hallado el cuerpo del half-back acostado en la cancha, con el lado izquierdo del saco un poco levantado, y la mano derecha oculta bajo el saco”, escribió Quiroga.



Damián Tiscornia
(Publicado en la revista "El clásico bolso")

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