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sábado, 6 de febrero de 2010

A 12 años del segundo Quinquenio aurinegro


El 12 de noviembre de 1997 la gran mayoría de los hinchas aurinegros comenzaron a hacer clásico el gesto que Pablo Bengoechea realizó después del partido frente a Defensor Sporting. “El 10” mostró los cinco dedos de su mano derecha. Es que ese día Peñarol logró el segundo quinquenio de oro de su historia tras golear 3 a 0 al conjunto violeta con goles del capitán Bengoechea, Marcelo Zalayeta y Marcelo De Souza. La palabra quinquenio ya formaba parte del “diccionario” carbonero y pasaba a ser un cántico habitual de cada clásico.

El comienzo de todo
Para afrontar el Campeonato Uruguayo de 1993 (último que se disputó a dos ruedas) Peñarol contrató como director técnico a Gregorio Pérez, quien venía de dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata. A nivel local Pérez, o simplemente Gregorio como lo bautizó la hinchada, había dirigido a Rampla Juniors, Defensor Sporting y Wanderers, entre otros equipos. Con el técnico vino un volante ofensivo que enseguida se transformó en ídolo y figura mirasol: Pablo Javier Bengoechea Dutra, quien también provenía del “lobo” platense.
Pero Bengoechea no fue la única incorporación. Volvió al club, de Basañez, José Enrique De Los Santos y se contrató a los delanteros Marcelo Otero y Darío Silva. También retornaron al aurinegro José Perdomo, Mario Saralegui y Daniel Vidal, entre otros jugadores. Gregorio Pérez quería encontrar un equilibrio entre los jóvenes que surgían y los jugadores de experiencia.
Peñarol debutó en el Campeonato Uruguayo con un 0 a 0 frente a Defensor Sporting. Luego derrotó consecutivamente a Danubio, Huracán Buceo, Racing y Bella Vista. Pero la prueba de fuego fue en la séptima fecha en el clásico, que ganó el aurinegro 1 a 0 con gol de Bengoechea de penal. De esta manera, el mirasol cortó una racha de siete partidos consecutivos sin vencer a su clásico rival.
“De todos los clásicos que jugué, ése fue el que ví un mayor fervor de la hinchada de Peñarol. Fue impresionante, lindísimo”, dijo Bengoechea en el libro La clase del profesor de Leonardo Haberkorn.
Ya Peñarol se perfilaba como serio candidato al título. Había hilvanado ocho victorias consecutivas. Pero una derrota ante Wanderers, un empate frente a River Plate y otro revés contra Progreso hicieron poner nerviosa a la hinchada y eso llegaba al plantel. “Se sentía la presión de la gente por la necesidad de ganar que había y por el plantel que se había armado”, recordó Diego Martín Dorta, quien jugó en el manya hasta el Torneo Apertura de 1995.
Todo se definió en la última fecha. El aurinegro llegaba un punto arriba de Defensor, quien jugaba contra Danubio. El carbonero se enfrentaba a Cerro.
El violeta perdió y el mirasol, conociendo ese resultado, empató 1 a 1 con Cerro con gol de Dorta. “Ibamos ganando y ya se sabía el resultado de Defensor. Ahí nos dimos cuenta que éramos campeones”, relató Dorta.
Después de siete años, Peñarol volvía a ser campeón

Campeonatos con cambios
El Campeonato Uruguayo de 1994 comenzó con modificaciones: las dos ruedas se dividían en Torneo Apertura y Torneo Clausura. Los campeones de ambos torneos jugarían finales entre sí para conocer al Campeón Uruguayo.
Ya sin Perdomo, Saralegui y Vidal, pero con la incorporación de Oscar Aguirregaray, Peñarol afrontó el Apertura. En él tuvo un mal comienzo: perdió dos de los tres partidos jugados. A raíz de esto, la dirigencia le pidió a Gregorio Pérez que preparara el equipo para el Torneo Clausura y que pusiera juveniles en el Apertura.
Pero el técnico no hizo caso. A pesar de que tuvo un buen repunte, que incluyó la victoria clásica 2 a 1, el campeón del Apertura fue Defensor Sporting.
En el Torneo Clausura fue irregular. Si bien goleó a varios equipos, perdió frente a Wanderers y River Plate. En el clásico se impuso otra vez 2 a 1. A pesar de su irregularidad, se consagró campeón del Clausura y lo festejó con un 3 a 1 ante Central Español.
La final del Campeonato Uruguayo la disputaron violetas y aurinegros. Los dos primeros partidos terminaron empatados 1 a 1 y todo se definió en el tercer partido. En él, empezó ganando Defensor. Faltando poco para finalizar el partido, empató Danilo Baltierra y a falta de minutos para el final, Darío Silva puso el 2 a 1 definitivo con un golpe de cabeza. Otra vez Peñarol era campeón.
“No es una desconsideración hacia Defensor, pero en esos partidos el que tenía todo para perder era Peñarol. Éramos el cuadro grande, el favorito, el estadio estaba lleno de gente nuestra. Si ellos perdían, no pasaba nada. Si nosotros perdíamos, era un desastre. Ésas son las finales más difíciles. Yo prefiero una final golpe a golpe, contra un igual, contra otro grande”, recordó Bengoechea.
Y al capitán le iban a dar el gusto, ya que las finales del Campeonato Uruguayo de 1995 y 1996 el mirasol las disputó contra Nacional.
En 1995 aurinegros y tricolores disputaron seis partidos oficiales: dos por cada torneo y cuatro finales. Peñarol fue el campeón del Apertura y Nacional se llevó el Clausura, luego de ganarle por penales al carbonero el partido que definió el torneo. Era necesario jugar finales para definir al campeón uruguayo.
La primera final la ganó el manya 1 a 0 con gol de Bengoechea, pero la segunda fue victoria alba 2 a 1, por lo que se debía disputar un tercer encuentro final. En él, el mirasol ganó 3 a 1 con goles de Robert Lima, Luis Romero y Pablo Bengoechea. Peñarol se consagraba tricampeón uruguayo.
El año 1996 comenzó con cambios. Gregorio Pérez se había ido para Argentina a dirigir a Independiente de Avellaneda. En su lugar vino Jorge Fossati. El “flaco” trajo consigo al arquero Sergio Navarro para ser titular.
El clásico del Torneo Apertura lo ganó el mirasol con una particularidad: Oscar Aguirregaray terminó atajando debido a la expulsión de Navarro. Además fue expulsado por el juez Dluzniewski el arquero Carlos Incola. El torneo también se lo llevó el aurinegro en forma anticipada, luego de ganarle 2 a 0 a Wanderers.
Pero el Torneo Clausura lo ganó Nacional. Por segundo año consecutivo los clásicos rivales tenían que jugar finales para conocer al campeón uruguayo.
La primera final se disputó el 13 de octubre. Con gol del lateral Washington Tais ganó Peñarol 1 a 0 y quedaba a un partido de salir campeón. La segunda terminó empatada 1 a 1, por lo que el mirasol se coronó tetracampeón uruguayo.
“Nunca pensamos en el quinto título, pero sabíamos que si ganábamos el cuarto teníamos chances de ganar el quinquenio”, señaló Oscar Aguirregaray.

El quinqué… y el final de todo
Luego de un fugaz paso por Argentina e Itaia, regresó a dirigir técnicamente a Peñarol Gregorio Pérez, ya que Fossatti había renunciado. El técnico que cortó una racha de seis años sin títulos en 1993 ahora tenía la responsabilidad de ganar el quinto campeonato uruguayo consecutivo.
“Sabíamos que no era un simple Campeonato Uruguayo, que podíamos quedar en la historia para siempre”, rememoró Bengoechea.
Si bien el aurinegro disputó la Copa Libertadores, el objetivo primordial era conseguir el campeonato uruguayo, que significaría el segundo quinquenio de oro.
El Torneo Apertura fue irregular para el mirasol. Pese a ello, llegó al clásico a sólo dos puntos de Nacional, que era el puntero con un partido menos jugado. Con goles de Romero y el capitán Bengoechea, el carbonero derrotó 2 a 0 a su clásico rival. Sin embargo, Peñarol finalizó tercero el Apertura y el campeón fue el tricolor.
El Clausura fue otra historia. En la primera fecha, el aurinegro enfrentó a Rampla Juniors y fijó Las Acacias para disputar el encuentro. A partir de ese momento, el periodismo deportivo cuestionó esta decisión, especialmente el periodista Javier Máximo Goñi.
La hinchada manya reaccionó, y un grupo de peñarolenses repartió en el estadio volantes que decían lo siguiente: “Goñi y Cia. No vengan, ¡¡vayansen!! Las Acacias”
El partido se disputó, pero fue suspendido a los cinco minutos del segundo tiempo por el árbitro Jorge Nieves por falta de garantías. Cuando se iba a ejecutar un tiro de esquina a favor del ramplense, comenzaron a caer piedras a a la cancha. Una vez terminado el partido, parciales aurinegros insultaron y agredieron a periodistas. A raíz de esto, el 2 de agosto de 1997 el Círculo de Periodistas Deportivos del Uruguay resolvió interrumpir relaciones periodísticas con el Contador José Pedro Damiani.
En la cancha, luego de ese partido Peñarol goleó a River Plate y a Rentistas, pero empató con Racing y Wanderers. Contra Defensor la historia fue diferente. Perdía 2 a 1, Aguilera empató cerca del final, pero en la hora ganó el violeta. Con estos resultados, el carbonero quedaba con ocho puntos, a cinco del puntero River Plate.
Luego Peñarol derrotó a Liverpool y Danubio. Pero llegaría un partido recordado por el hincha aurinegro: el clásico.
A los 35 minutos del primer tiempo el tricolor ya ganaba 3 a 1. parecía terminado el partido. Sin embargo, antes que finalizara el primer tiempo Aguilera marcó el segundo gol mirasol. En el segundo tiempo empató Goncalvez, y sobre el final del partido Juan Carlos De Lima hizo el cuarto gol. El manya ganó 4 a 3.
Pero un partido que cambiaría el rumbo del campeonato fue contra Cerro. El aurinegro iba ganando 3 a 2, el cerrense empató cerca del final y casi en la hora, otra vez De Lima estableció el 4 a 3 definitivo. A partir de ese momento, al “Puma” De Lima la hinchada lo empezó a llamar “mucama”; entraba y hacía el cuarto.
“Fue un partido clave por cómo se dio el desarrollo del mismo”, dijo Aguirregaray. Y agregó: “teníamos que ganar los ocho partidos que nos quedaban para llegar a las finales”.
En la última fecha del Clausura, Peñarol, que ya dependía de sí mismo, venció 1 a 0 a huracán Buceo. Pese a ello, el campeón del Clausura fue Defensor Sporting, y el carbonero era el mejor de la tabla anual por diferencia de goles.
Debido a esto, el carbonero debía enfrentarse en una semifinal frente al campeón que menos puntos consiguió en uno de los dos torneos cortos. Otra vez se enfrentaba a Nacional.
Y otra vez el albo empezó ganando el partido. Los primeros 45 minutos los ganó 1 a 0. Y a los dos minutos del segundo tiempo ya ganaba 2 a 0. parecía que el quinquenio ya era pasado. Pero no. Marcelo Zalayeta descontó, Luis Romero empató y otra vez De Lima, tras pase de Bengoechea, marcó el gol definitivo. Ahora el manya estaba a solo dos partidos de lograr el objetivo. Debía jugar finales contra Defensor.
La primera final la ganó el aurinegro 1 a 0 con gol de Serafín García. Y la segunda, disputada el 12 de noviembre, también fue victoria carbonera 3 a 0 con goles de Bengoechea, Zalayeta y De Souza. Peñarol lograba así su segundo quinquenio de oro luego del conseguido entre los años 1958 y 1962.
¿Podrá el carbonero obtener un tercer quinquenio de oro? El tiempo, sus dirigentes y jugadores lo dirán.





Damián Tiscornia

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