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viernes, 29 de enero de 2010

Claudio Flores: "Lo único que sirve en Peñarol es ganar"



Está junto a un amigo en el frente de su casa tratando de “combatir” el calor que hace en la tardenoche de Atlántida, el balneario canario donde vive este coloniense que nació el 10 de mayo de 1976. Claudio Sebastián Flores, que sigue con el mismo look que se le conoció cuando debutó en el aurinegro, en esta entrevista hace un repaso de lo que fue gran parte de su carrera hasta el momento. El “Popi” rememora su paso por las inferiores y el debut en el arco carbonero. “Fue un partido bisagra para mí”, dice. Y agrega: “podes jugar bien todos los partidos, pero si no jugas bien el clásico no sos jugador para Peñarol”. Además, con su 1, 85 metros de estatura, saca fuerte desde el arco y comenta su regreso al mirasol en el año 2005. “De un partido para otro pasamos a jugar a la conga porque teníamos como menos 15 puntos”. Y agrega: “cuando vos te tiras contra los dirigentes y les haces ver que las cosas están mal y que habría que cambiar, siempre sos el malo de la película”.
_ ¿Cuál fue el técnico que lo marcó en inferiores?
_ Todos. Todos porque las inferiores más que nada es una formación que se hace con el jugador. Nosotros tuvimos siempre técnicos que fueron jugadores de Peñarol y nos transmitieron lo que era vestir la camiseta de Peñarol. Lo que significaba, lo que había que dar por esa camiseta. Creo que sería injusto nombrar a alguno porque todos, tanto a mi como a mis compañeros, nos dejaron muchísimo.
_ ¿Qué recuerda de su debut en primera división, que fue en un clásico en 1995?
_ Me hizo debutar Gregorio. Vendieron en la semana al “Gallego” (Oscar) Ferro y faltando tres, cuatro días para el partido me dijo que yo era el arquero de Peñarol y que de ahí en más iba a jugar. Realmente fue un partido bisagra para mi futuro porque todos sabemos bien lo que significa jugar un clásico.
_ ¿Por qué señala que fue un partido bisagra?
_ Vos podes jugar bien todos los partidos, pero si no jugas bien el clásico no sos jugador para Peñarol. Indudablemente fue un gran partido mío y fue también el primer gol del “Lucho” (Luis) Romero con la camiseta de Peñarol. Fue un recuerdo realmente inolvidable por todo lo que se vive, no solo por jugar el clásico sino por ser el debut. Desde ese momento me gané el cariño de la gente.
_ ¿Qué importante fue para usted tener a Ladislao Mazurkiewicz en el plantel?
_ Muy importante. “Chiquito” es una gloria, un ídolo, no solo de los arqueros, sino de todos los jugadores de Peñarol. (Es) un tipo muy frontal, que a veces en el fútbol no se encuentran muchos. Tuve también la suerte y la dicha de haber tenido a Luis Maidana en las inferiores de Peñarol también, otra gloria de Peñarol. Los dos campeones de América y del Mundo con Peñarol. En la parte futbolística un montón de cosas y de conceptos nos dejaron. En la parte humana cualquiera de los dos fueron espectaculares por cómo se portaron conmigo y con todos los demás arqueros.
_ Ya que nombró las inferiores, ¿qué recuerdo tiene de su paso por allí?
_ Recuerdo muy lindo, sobre todo porque creo que tuvimos una camada de jugadores muy importante. El 90% de los jugadores llegaron a primera división y cumplimos el sueño de todo niño (sic), de todo adolescente de salir campeón con tu equipo. Tuvimos la dicha de haber quedado en la historia de Peñarol por haber ganado un quinquenio después.
_ Hablemos de ese período entonces. ¿Qué importe cree que fue haber debutado en 1995 en un equipo ganador?
_ (Piensa). Los equipos ganadores los tenes que hacer año a año. Creo que Peñarol en ese momento había pasado mucho tiempo sin ganar nada donde Nacional venía muy bien. A partir del ’93 se logra cortar esa racha negativa con mezcla de jugadores que trajeron, también jugadores referentes de Peñarol que estaban afuera y con juveniles que estaban en la tercera. Básicamente creo que eran todos hinchas y jugadores de Peñarol identificados.
_ ¿Considera que ese aspecto fue importante para ganar y tener una buena base de jugadores?
_ Creo que eso le dio una identidad al equipo que no había tenido años atrás. Todos los años se cambiaba de jugadores y a partir de ahí siempre se mantuvo una base. Fueron años de Peñarol con el Contador (José Pedro) Damiani que estaba muy claro en cuanto a su idea. Con los técnicos que iban pasando de justamente tener una base y de ir metiéndole jugadores que iban surgiendo de las inferiores pero con un respaldo de gente mayor. Muchos hoy en día hablan que Peñarol se refuerza con uno, con dos o con cinco. Para salir campeón vos precisas 22, 23 jugadores de primer nivel, todos competitivos en sus puestos porque el día que se lesione uno el que está atrás tiene que estar al mismo nivel para ser campeón. Eso es lo que teníamos nosotros: un gran plantel. Teníamos dos o tres equipos de primer nivel.
_ ¿Qué importancia tuvo Gregorio Pérez?
_ Fue sobre todo plasmar lo que él quería. No nos olvidemos que Gregorio fue muy criticado porque decían que en Peñarol jugaba solo pelota quieta, pero nosotros estábamos identificados con lo que él quería. Sabíamos que eso nos daba sus frutos y lógicamente para tener pelota quieta nos tenían que hacer foul, o sea que teníamos jugadores que jugaban muy bien también. A nosotros nos sirvió mucho.
_ ¿Y cómo era él con los jóvenes?
_ (Era) un tipo muy sencillo, con las cosas muy claras. Un tipo que la tuvo que pelear; de estar arrib, volver abajo, de tener que volver a empezar. Para los más jóvenes en un momento difícil nos contaba alguna anécdota que él había vivido y nos llegaba. Nos hacía ver que todo era posible, sobretodo el último año del Quinquenio, donde nos habían dado por muerto después de no tener un buen arranque. Tuvimos que remontar un montón de puntos y terminamos dando la vuelta olímpica.
_ Cuénteme con qué institución se encontró cuando fue transferido a Lanús.
_ Me fui en el ’99, después de ser campeón con Peñarol, que les ganamos las finales a Nacional. Me encontré con un equipo que en ese momento estaba en pleno desarrollo. Hacía unos años que había subido a primera división, pero con una infraestructura que quedé realmente asombrado. No podía creer que Lanús tuviera esa infraestructura, que tuviera las canchas que tenía, con colonia de vacaciones (y) piscina para toda la gente de la zona, con un número de socios mayor a 30.000 personas. Es una institución modelo, que al estar rodeada de dos instituciones grandes como Racing e Independiente igualmente tiene una infraestructura importante. Fueron apostando hasta lograr el campeonato.
_ Es decir que no le sorprendió el Apertura conseguido en el 2007.
_ No porque era una consecuencia de lo que venían trabajando. Para eso venían trabajando. Tampoco me va a sorprender si sale campeón de nuevo o de la (Copa) Libertadores.
_ ¿Qué representa para usted haber formado parte del equipo campeón?
_ Para mi es un orgullo. Cuando llegué a Lanús estaba peleando el descenso. Tuvimos que jugar una promoción con Huracán de Tres Arroyos. Después hicimos campeonatos muy buenos. El último año antes de irme a Paraguay estuvimos a dos puntos del que salió primero, entonces era lógico que Lanas iba a salir campeón. Todos esos gurises que le habían dado la posibilidad de ir formándose, tomaron experiencia y una vez que tuvieron experiencia le dieron las alegrías que le dieron a la gente de Lanús.
_ Decía que no le sorprendía si sale campeón de la Copa Libertadores, ¿por qué?
_ Porque tiene todo para hacerlo. Es un equipo (que) donde pueda mantener la base que viene, no tengo ninguna duda que en muy poquitos años Lanús va a ser campeón de la Libertadores. El tema es que mantengan a los jugadores.
_ ¿Cómo se vive el clásico con Banfield?
_ Es especial. No es lo mismo que jugar un clásico acá. Pero para el barrio, para la zona es especial, sobretodo por cómo empapelan las ciudades; son dos ciudades vecinas. Por cómo se vive durante los días previos y después las cargadas, es a su modo un clásico lindo para porderlo jugar.
_ ¿Considera que Banfield le “copió” a Lanús la forma de trabajar para salir campeón en el último semestre?
_ Si, después que Lanús sale campeón se le generó una presión extra a Banfield. Quisieron copiar con técnicos como (Ramón) Cabrero. Ellos tenían a (Juan Manuel) Llop, que no les salió bien y recurrieron a (Julio César) Falcioni, que había sido de los técnicos que había andado muy bien en Banfield y lograron merecidamente el título. Pero hicieron un tema parecido a lo que hizo Lanús, por ahí no tanto en el tiempo, tan progresivo. Creo que se les dio más por fortuna que porque lo hayan buscado.
_ Dejemos su paso por el exterior de lado. En el 2008 le tocó pelear el descenso con Bella Vista, ¿cómo vive el jugador eso?
_ De la misma forma que vivis todo. Lamentablemente Bella Vista es un club que por muchos problemas económicos todas las semanas había problemas por tener compañeros que no llegaban para comer, donde no tenían la posibilidad de pagar las cuentas, de alimentar a sus hijos como debía ser y mucho menos estar bien alimentados ellos. Entre todos tenes que buscar la forma de subsanar todo eso y se va complicando.
_ ¿Con qué otros problemas se encontró?, ¿le dejó alguna enseñanza?
_ Las cosas que se dan de descenso no es porque jugaste seis meses mal, sino es un tema de años. Lamentable (porque) Bella Vista es una institución divina para jugar, hermosa, pero ha tenido sus problemas (y) económicamente no ha estado bien. Todos los meses tenía problemas para poder pagar, para que sus jugadores estén al día (y) para darles lo mínimo indispensable para que el jugador pueda estar bien. Indudablemente que eso se refleja en el campo de juego. Pero el año que estuve, más alla de esos problemas, me encontré con gente espectacular. Con un técnico como (Gustavo) Matosas que realmente me dejó muchísimo. Creo que de todo hay que sacar lo positivo para seguir creciendo y lo negativo tenerlo presente para que no se vuelva a repetir.
_ Volvamos a hablar de Peñarol. En el 2005 defendió de nuevo al arco mirasol, ¿qué recuerda de esa vuelta?
_ Esa vuelta fue la más complicada porque Peñarol recién se había peleado con “Paco” Casal. No se pudo reforzar y realmente fue muy complicado porque era todo el mundo contra Peñarol. Me acuerdo que en los dos torneos que jugué, Apertura y Clausura, nos sacaron como 20 puntos. Una guasada, algo que no tiene nombre. Pero como todas las cosas que pasaron en la Asociación Uruguaya de Fútbol durante mucho tiempo, siempre se cortaba por la parte más difícil en vez de agarrar a los culpables. Cuando hacían lío era más fácil sacarle puntos a los clubes y perjudicar a la gente de bien como podía ser mucha gente que iba al estadio, como podían ser los dirigentes, los técnicos (y) ni que hablar de los jugadores que vivimos de esto. De un partido para otro pasamos a jugar a la conga porque teníamos menos 15 puntos. Fue ridículo eso.
_ ¿Y qué cree que pasó a nivel dirigencial para que a Peñarol le sacaran tantos puntos?, ¿se debería eliminar la quita de puntos?
_ Peñarol perdió la AUF. Desde hace muchos años que Nacional manda. Cuando Nacional empezó a armar quilombo, que se empezaron a pelear y que empezaron a hacer lío como en la cancha de Danubio y todo eso, hablaron con (José Luis) Corbo y Corbo sacó la quita de puntos. No le sacaron puntos a más nadie. A mi me parece justo el hecho de que no se pene sobretodo a los jugadores cuando no tienen nada que ver. Estoy de acuerdo con que les saquen puntos; es lo que más le duele a un jugador, pero cuando son los que provocan los incidentes, cuando los jugadores son responsables de que haya disturbios en la tribuna. Ahora, cuando los hacen los hinchas, que los jugadores no tienen nada que ver, no tienen porque pagar los jugadores. Creo que la medida está bien siempre y cuando los agarren (a los culpables).
_ ¿Y por qué imagina que no los detienen a los violentos?, ¿a quienes favorecen?
_ En el fútbol uruguayo somos diez y nos conocemos todos. Si no los agarran es porque no quieren. Esa es la realidad. A los clubes chicos no los dejan llevar a los grandes (a su cancha), lo cual es una ventaja terrible para el grande jugar en el estadio por las cámaras de seguridad. Y nunca agarraron a nadie por las cámaras de seguridad. Creo que es una tomada de pelo porque los clubes gastan un montón de dinero y después porque a los de seguridad les dicen que no pueden jugar, no los dejan jugar. Es una tomada de pelo realmente al fútbol en sí. Pero es difícil que se arregle cuando todos sabemos que en el fútbol hay millones de intereses creados y pasa más por el negocio que por lo que debe ser.
_ Recuerdo que dijo que de Peñarol se iba por la puerta de atrás, ¿considera que fue así?
_ (Piensa). Me fui por ser como yo soy de ser frontal y ser directo. Cuando vos estas en un lugar, estas para sumar. En ese momento, me acuerdo de un partido en Colonia que (Luis) Garisto en la charla técnica dice: “tengo menos respaldo que un taburete”. En ese partido salí con un veneno adentro, una angustia de que Peñarol actuara de esa forma con gente que había sido ganadora. Cuando vos entras al club lo único que ves son fotos de él, del “Indio” (Walter) Olivera, que estaba en ese momento, levantando la copa América, la copa del Mundo, la Teresa Herrera, la copa uruguaya. Todas las copas habidas y por haber y no se los respetaba como tal. Después me tiré contra ellos, me sacaron del equipo y tuve la gran oportunidad en el último partido de jugar en Rocha y andar muy bien. Sentí que había sido la despedida mía de Peñarol.
_ ¿Se arrepiente de haber sido frontal?
_ Pero así es la vida. Cuando vos vas de frente y cuando estas en una institución como estuve yo, que soy un agradecido a Peñarol y quiero a la institución por todo lo que la institución me brindó. Cuando vos te tiras contra los dirigentes y les haces ver las cosas que están mal y que habría que cambiar, vos siempre sos el malo de la película. En ves de tomar eso como algo para mejorar y seguir creciendo, siempre se toma mal. Me fui y Peñarol siguió de la misma manera. Hoy está cada vez peor.
_ ¿Considera que los dirigentes pueden sacar jugadores más allá del rendimiento que se tenga en la cancha?.
_ Si, sobretodo con algún tipo de técnico donde toman el cargo y saben que si no hacen lo que dicen los dirigentes, se van para afuera. Son muy pocos los técnicos, a nivel mundial diría yo, que hacen las cosas que tienen que hacer. Siempre los técnicos, y nuestra forma de jugar en el fútbol uruguayo lo dice, si perdes tres partidos, el técnico se va. Entonces los técnicos no salen a ganar, salen a no perder. Cuanto menos partidos pierdan, más chances tienen de seguir trabajando. Esa es la realidad y por eso el fútbol uruguayo ha estado como está.
_ ¿La nueva generación de técnicos también trabaja así?
_ Recién ahora (se) ha encontrado una camada de técnicos nuevos donde apuestas un poco más a jugar. Son técnicos con muchísima personalidad como Matosas, como pasó con (Juan Ramón) Carrasco. Son gente que no le importa lo que dicen y tienen su propia forma de pensar y no se la mueven con nada. Son los técnicos que han revolucionado en cierta manera el fútbol acá.
_ ¿Le parece que tanto Sebastián Sosa como los arqueros que lo hicieron anteriormente, se les hace más difícil debutar por la urgencia de resultados, que cuando debutó usted?
_ No sé si es más difícil. Antes nosotros llegabamos a los vestuarios y prácticamente cuando eras gurí ni hablabas. Hoy en los vestuarios son todos gurises jóvenes, prácticamente no hay gente de experiencia. Eso te lo hace un poco más rápido porque son todos los jugadores que vienen. Después a nivel de jugar ahí les puede costar un poco más. Cuando los jugadores son jóvenes y arrancan tienen un plus de que la gente los perdona o que son jugadores del club. Pero una vez que jugaste cuatro o cinco partido ya la gente no te perdona nada. Lamentablemente le pasó a Sosa con el clásico, donde después la misma gente no tenía el mismo punto de vista que tuvo antes del clásico. A veces se te hace más difícil porque no tienen quien lleve la responsabilidad. Creo que, sobretodo en un equipo grande, vos precisas de gente grande para que asuma esa responsabilidad y liberar a los más jóvenes.
_ Se lo preguntaba por la exigencia de resultados que tiene el club, ¿cree que que es más presión hacía ellos?
_ Estando en Peñarol siempre te van a exigir resultados. Esa es la realidad. No importa si se reforzó bien, si se reforzó mal. (A) la gente no le interesa ni sabe, porque hay mucha gente que no sabe si los jugadores son buenos o son malos. El hincha va y quiere que ganes y no sabe todo lo que se vive en la semana. Si están bien, si están mal, si al jugadore le brindan lo que le tienen que brindar. Realmente no saben. El jugador llega y tiene que ganar. Lo único que sirve en Peñarol es ganar. No hay otra. No hay buenas campañas, buenos partidos, no hay nada. Si no ganas, no servis.






Damián Tiscornia
(Foto extraida de Tenfieldigital.com)

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