Efectivamente, unos minutos después el resto de sus compañeros se hizo presente arriba del escenario para cantar algunos hits de la banda fundada en el 2002 por él, su hermano Bambi, Diega Lichtenstein en batería y Seby Seoane en guitarra. Esos minutos fueron un tan sólo un anticipo de lo que vendría meses después y esa “última noche mágica” anunciada fue el nombre elegido para una gira que terminó incluyendo varias fechas en Argentina, América e incluso Europa.
Ese show brindado por Chano en el Lollapalooza fue su primera vez arriba de un escenario luego de la internación que tuvo por sus problemas con las adicciones. Y mirándolo a la distancia quizás este regreso de Tan Biónica (tras siete años de impasse) era lo que necesitaba para terminar de salir de ese momento oscuro de su vida: estar en su zona de confort con sus amigos, con su gente y recibir el amor de un público que empatiza con él, que lo ama y que a su manera intenta ayudarlo a superar esa enfermedad con la que tiene una pelea interna y eterna.
En esta gira de regreso a los escenarios la banda incluyó una fecha en el Antel Arena, para el 13 de abril de este año, pero como era previsible las entradas se agotaron rápido y me fue imposible sacar una. En esa ocasión quedé con mucha pena de no poder asistir al show y cuando se anunció que luego de agotar otros cuatro Movistar Arena para la primera semana de agosto habría dos fechas el 17 y 18 del mismo mes no lo dudé: tenía que ir a uno de esos y sin importar tanto el esfuerzo económico que debía hacer. Era una oportunidad única que se me presentaba, y la última quizás.
Y soñé pasiones locas con vos
y simplemente pasa que
tengo ganas de verte
El día tan esperado
Esta era la primera vez que iba a un show en el Movistar Arena, y por tal motivo tomé la precaución de llegar al estadio multifunción antes de las 19 horas, la hora prevista para la apertura de puertas. Por fin había llegado el momento que tanto estaba esperando desde que compré la entrada allá por mediados de mayo y que tan ilusionado me tenía.
Ya en las inmediaciones de la estación Dorrego (una de las opciones que tiene el público para llegar al lugar) se observaban personas que vendían algún producto distintivo de Tan Biónica y pocos metros más adelante se distinguía la fila que se empezaba a formar para ingresar al escenario. Las edades del público eran bien heterógeneas, desde quienes tenían veintipico, pasando por gente de mi edad y los padres o madres que acompañaban a sus hijas/os adolescentes.
Unos minutos después de las 19 horas empezamos a ingresar al Movistar Arena, el escenario inaugurado en 2019 en terrenos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le quitó al Club Atlanta en Villa Crespo. El escenario, además, que a cualquier uruguayo le es imposible no comparar con el Antel Arena, ya sea por la capacidad como por cuánto terminó saliendo la construcción de cada uno, el gran karma con el que va a convivir permanentemente el Arena oriental.
En las horas previas al show aproveché para conocer más al detalle los diferentes espacios del escenario que comenzó a construirse en 2014 y comprar algo del merchandising oficial como recuerdo. ¿Cuáles eran los precios? Una camiseta de manga corta a 25.000 pesos argentinos (cerca de 20 dólares tomando como referencia el blue) y los canguros a 50.000 pesos argentinos (unos 37 dólares aproximadamente).
Si te parece puedo pasarte a buscar
te llevo y te prometo una noche tremenda.
Que comience el show
A las 21:10 horas y con un “Buenas noches, Buenos Aires” Chano irrumpió en escena, comenzando así el show de la banda que cuenta con tres discos de oro y platino por sexta vez en este escenario desde el regreso. El mayor de los hermanos Moreno Champetier le hizo honor al nombre del tema elegido y fue un verdadero huracán en esa salida.
En aquel comienzo de éxitos con mucho power entre otras canciones estuvieron incluidas Música, Arruinarse, Loca, Lunita de Tucumán y Ella, canción que de alguna manera le puso punto final a esa primera parte del show con la que todo el Arena hizo pogo. Pogo que tuvimos que hacer en nuestros lugares luego de que antes de que empiece el espectáculo nos solicitaran no acercarnos a los vidrios para que Chano no deba frenar el show.
Como era de esperar el show también contó con artistas invitados. En esta ocasión quienes dijeron presente fueron el cantante de Juana la loca, Rodrigo Martín, con quien Chano interpretó Angelical, y sobre el final Airbag se hizo presente para cantar junto a la banda Obsesionario en la mayor, “el himno nacional de la desolación” como alguna vez definió a la canción el propio Chano.
Luego de una parte más melancólica, íntima y acústica, donde incluso Chano tuvo palabras elogiosas hacia Jorge Luis Borges recitando en un momento un poema de él, llegó el tramo final del espectáculo para completar así la especie de U en la que se estructura. Ahí la banda se paseó por todos los grandes éxitos que de alguna manera estábamos deseando escuchar para dejarnos llevar haciendo pogo y saltar de alegría.
Durante dos horas y media Chano y toda su banda nos hizo muy felices a las 15 mil almas que dijimos presente en el Movistar Arena, y por qué no nosotros también lo hicimos a él en ese ida y vuelta recíproco entre el público y el artista. Él incluso en un momento retribuyó ese feedback bajando al escenario y saludando a algunos/as fans que estaban de pie cerca del mismo, un ritual que acostumbra realizar en todos sus shows.
Cada noche, cada lugar, los momentos que nos quedan
una absurda oportunidad de vivir, de vivir mi vida
***
El show protagonista de esta crónica estaba previsto que fuera el último de esta gira, por lo menos en Buenos Aires porque todavía tiene previsto presentarse en Rosario un par de fechas y luego algunas más también en España. Sin embargo no lo fue, dado que luego la producción agregó una fecha más para el 20 de agosto y otras para el 19 y 20 de octubre, ambas en el mismo escenario.
Pero que no haya tenido ese privilegio de estar en la última fecha no es lo más importarte. Habrán otras 45 mil personas que tendrán la posibilidad de disfrutar por última vez de un show de Tan Biónica, y por sobre todas las cosas, Chano seguirá recibiendo ese amor que tanto necesita y que tan bien le hace interiormente para estar súper alejado de la oscuridad.
Es difícil catalogar a este show como “el mejor de…” porque se sería muy injusto con todos los grandes espectáculos que uno tuvo la posibilidad de disfrutar en estos últimos años. Pero la carga emotiva que tuvo éste por el contexto señalado líneas arriba hizo que fuera muy especial y lo recordaré toda mi vida con mucho cariño.
Damián Tiscornia.
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