Páginas

domingo, 11 de septiembre de 2011

Jorge Alfaro recuerda a “Gonchi” Rodríguez a 12 años de su desaparición física





Los trágicos acontecimientos generalmente quedan marcados en la memoria de los individuos. Seguramente todos recuerden dónde estaban y qué hacían cuando dos aviones atentaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York hace ya diez años. Y seguramente quien es “tuerca” y/o ama el deporte en general recuerde qué sintió en una fecha como la de hoy de 1999 cuando falleció el piloto Gonzalo “Gonchi” Rodríguez en el circuito de Laguna Seca.
“Era un ser sencillo, lleno de fe y optimismo para concretar sus sueños. Su humildad, su solidaridad y su cálida sonrisa lo acercaron a todos aquellos que quería, y también a aquellos que no lo conocieron personalmente”, afirma la página web (www.gonzalorodriguez.org) de la Fundación Gonzalo Rodríguez.
Pero si hay alguien capacitado para hablar del “Gonchi” porque lo conoció y convivió con él en muchos momentos de su carrera, es Jorge Alfaro. Quien fuera periodista de Vértigo en su momento tuvo que ser el responsable, por ejemplo, de transmitirle la desaparición física del piloto a su padre un día como hoy. “No sé si hubiera llegado a correr en Fórmula 1, pero mirá que correr en la Fórmula Kart en los Estados Unidos ya era un triunfo por lo que él iba a ganar ese primer año”, señala sobre el piloto uruguayo, quien ya hubiera cumplido 40 años. Y agrega: “superaba todo con ese talento, con esa voluntad, con esa sabiduría y capacidad que tenía para la conducción veloz”.
_ Cuénteme cómo considera que se debe recordar a Gonzalo Rodríguez.
_ Al “Gonchi” Rodríguez se lo tiene que recordar como un grande. Un grande. Un chico que con muy pocos recursos, en la parte más importante de su carrera deportiva, consiguió buenos resultados. Y sin haber ganado, nada más que aquellas carreras importantes (ganó varias), pero importantes como la de Monte Carlo en la Fórmula 3000 europea, eso lo convirtió en un ídolo nacional. En el momento de su fallecimiento me acuerdo que fue recibido acá en Uruguay no solamente con los honores, sino con la calidez de un pueblo que se sintió tocado por la perdida irreparable de aquel chico que realmente había hecho tanto sacrificio que tenía un futuro brillante por delante.
_ ¿Y Cómo lo recuerda usted?
_ Un amigo mío, de muchos años menos porque nos separaban naturalmente muchísimos años. El “Gonchi” tendría ahora, no sé, aquel momento tenía unos 27 años. Lo recuerdo como un chico vital, como un chico ansioso, apasionado por el automovilismo, con el que tuvimos muchos momentos juntos tratando de buscar sporsors que le permitieran hasta recorrer sus primeros escalones en el automovilismo.
_ El se crió en una familia de clase media alta, ¿verdad?
Más allá de que él venía de una familia relativamente pudiente en un principio y absolutamente, digamos, lejos de la idea del automovilismo profesional europeo cuando llegaba el momento de que la cosa estaba más cara. Pero “Gonchi” superaba todo con ese talento, con esa voluntad, con esa sabiduría y capacidad que tenía para la conducción veloz.

¿Anécdotas con él? Alfaro dice tener doscientas mil de todo tipo. Pero durante la entrevista eligió una de cuando el piloto probó un auto del Equipo Newman Haas. “Cuando probó un auto en la Fórmula Kart americana, con más de 850 caballos de fuerza y efecto suelo, y él venía de correr en la Fórmula 3000 europea con 400 caballos. Cuando llegó el momento de subirse al auto me dijo: “Jorge, qué cagazo tengo”. Realmente aquellos momentos en que yo digo: “el susto existe para cualquiera, hasta para el más avezado con tensión”. Pero se subió arriba del auto y en pocos minutos, en pocos segundos ya estaba haciendo unos tiempos realmente importantísimos que rápidamente llamó la atención de varios. En aquel momento, él estaba probando un auto del equipo Newman Haas y estaba también en la pista el equipo de (Roger) Pensche con el piloto Alan See. De Newman Haas se había bajado Michael Andretti. Hay un momento en que en una curva va uno de los asistentes del equipo de Pensche y estaba otro del equipo de Newman Haas y yo atrás. Ellos no se dieron cuenta y uno le dice al otro viendo al Gonchi andar: “¿a quién bajan? A Michael Andretti o a Christian Fittipaldi, que eran los dos pilotos del equipo de Newman, viendo la buena performance. Hubo sonrisas y la cosa quedó ahí”.

_ Recuerdo que en su momento dijo que en la Fórmula 1 podía correr sólo en Ferrari, ¿por qué?, ¿costaba conseguir auspiciantes?
_ Claro. Yo dije que en un equipo como Ferrari. ¿Por qué? Como uno de los grandes. Porque esos equipos te contratan por lo bueno que sos y no necesariamente tenes que llevar un sponsor para que te banque. En cambio, hay otros equipos que lo que interesa fundamentalmente es que manejes ahí “normalito”, pero que lleves la plata que le permita al equipo ganar o sostenerse dentro de la máxima categoría. Ahora, si te llama Ferrari, te llama porque sos un fenómeno y porque andas bárbaro. Si te llama McLaren será la misma historia. Hoy día no creo que Red Bull tampoco deba necesitar que vayas con avisadores. Se sostienen por un gran poderío económico y técnico. Creo que en ese momento “Gonchi” la única posibilidad que tenía era en una Ferrari o en un McLaren.
_ ¿Hubiera llegado a correr en la máxima categoría del automovilismo mundial?
Estaba vivo, estaba con mucha fuerza, tenía 27 años y yo no sé si hubiera llegado a correr en Fórmula 1, pero mirá que correr en la Fórmula Kart en los Estados Unidos ya era un triunfo porque él iba a ganar ese primer año. Muere y terminaba la temporada en Laguna Seca, pero él iba a correr en Australia ya con el Patrick Racing. Empezaba una nueva temporada que seguramente le hubiera permitido redondear el primer millón de dólares después de haber pasado tantas dificultades como las pasó. Creo que “Gonchi” Rodríguez dejó lugar a la fundación y es muy valioso lo que hace su hermana para mantener viva su imagen colaborando a parte con la sociedad.
_ ¿Y qué opina de la tarea que está realizando su hermana Maria Fernanda Rodríguez con la Fundación que lleva su nombre hoy en día?
_ La fundación lo que hace es tratar de revivir o mantener viva la imagen de quien fuera un grandioso piloto y su hermana lo que está tratando es de colaborar en lo que es el nivel de juventud de los niños para que crezcan de la manera más sana posible y con seguridad, asistiendo para que la sociedad madure en el cuidado del transporte, desde el cinturón (de seguridad) en las sillas correspondientes. Como seguramente le hubiera gustado hacer a “Gonchi”, aunque te voy a ser sincero, nunca se imagino que alguien iba a poner una fundación con su nombre porque jamás imaginó que iba a ser protagonista de un accidente de ese calibre.
_ Cuénteme algunos sacrificios que tuvo que hacer “Gonchi” para poder llegar a dónde llegó.
_ Como tuvo que luchar a brazo partido y como tuvo que ir a vivir a la casa de aquel camionero que le ofreció la casa, pero que su señora había tenido familia recién y el nene, se dormía temprano, por lo que “Gonchi” no podía salir de la casa a hacer lo que fuere. Se levantaba de mañana y “Gonchi” tenía que levantarse con el bebé. Quiero decir, sacrificios que sólo se hacen por una gran pasión. “Gonchi”, un grande sin ningún tipo de dudas. Para mí, pasa por Albérico Passadore que ha sido mi ídolo desde que lo recuerdo de la niñez y naturalmente que termina con un “Gonchi” exuberante, un chico que tenía un futuro brillante, que sin ningún tipo de dudas hubiera sido la llave fundamental para terminar de abrir la puerta a todos los deportistas nacionales.
_ ¿Considera que los pilotos jóvenes que eran o fueron promesas se ganan el cariño enseguida de la gente por cómo terminaron trágicamente sus carreras?
_ Yo creo que el caso de “Gonchi” él con su simpatía y calidad humana, con su calidad de deportista se ganó en vida lo que otros no pudieron o no tuvieron acceso. Creo que “Gonchi” no llegó o no tuvo tiempo para mostrar una carrera brillante que le permitiera que la sociedad después de su muerte lo llorara por ese tema. Yo creo que acá el “Gonchi” fue llorado por lo que fue, por lo que fue como buen chico, por lo que fue como deportista, con un chico simpático, con un chico aguerrido, peleador, que no daba ninguna por perdida, con la categoría que fuera, en la especialidad que fuera.
_ ¿Qué llegó a demostrar Gonzalo con su manejo?
Demostró en su automovilismo humilde y con ese automovilismo desarrollado en Europa de la manera bien pobre de un uruguayo, de un sudamericano, con escasos recursos, creo que se ganó por el esfuerzo. Por dormir en el suelo, por dormir adentro de un auto, por hacer las cosas que cualquiera recomienda que no. Porque mira que Ayrton Senna era muy grande y fue por ahí el mejor de la historia, pero Ayrton Senna cuando fue a correr a la Fórmula 3 inglesa fue a un equipo donde había dos autos y Ayrton Senna compró los dos lugares para él solo para recibir atención preferencial. Eso no lo pudo hacer “Gonchi” naturalmente en ninguna categoría desde la más barata que estuvo hasta la más cara. No quiero decir con esto que “Gonchi” hubiera sido mejor que Ayrton. Son dos cosas diferentes. Pero quiero mostrarte de que manera se hicieron las cosas.
_ ¿Cómo cree que lo recuerda el pueblo uruguayo?
_ El pueblo uruguayo lo recuerda como un ídolo. (Era) un chico realmente encantador, un chico simpático, preocupado de contagiar y compartir con la gente, con los periodistas y con todos aquellos que nos acercamos y vimos todo lo que él iba creciendo como piloto, como hombre del automovilismo deportivo. Era un trasmisor natural de toda aquella evolución técnica, que nos permitía, sin tener capacidad, estar lejísimos de poder subirnos a un auto de esos ni siquiera en la imaginación, ir creciendo para el análisis y formándonos también en esos periodistas que supuestamente lo iban a acompañar en su futuro.




Damián Tiscornia

No hay comentarios:

Publicar un comentario