"Muchachos, lo que han hecho es grandioso. Me emociona el agotamiento que veo en sus caras, pero el partido terminó. Ya está. Bajen revoluciones y serénense. Podemos ganar y vamos a hacerlo. Tanto ustedes como todos los uruguayos estamos y estaremos orgullosos de ustedes por cómo han luchado. Así que más que nunca quiero calma y confianza. En los penales ejecuten lo que pensaron, con tranquilidad, con decisión. Ya desde la mitad de la cancha vayan convencidos de cómo van a tirar. No duden", les dijo el Maestro Oscar Washington Tabárez a sus jugadores antes de la tanta de penales contra Ghana por los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.
Y es difícil saber si hoy 16 de julio Tabárez les dijo lo mismo antes de los penales. Pero seguramente les habrá dicho algo muy similar, porque la entrega que tuvo el equipo en el segundo tiempo, con un hombre de menos, emocionó a más de uno.
Además la Celeste funcionó como lo que es: un equipo. A diferencia de su rival de hoy, que es un cúmulo de individualidades, Uruguay funcionó, más que nada en el segundo tiempo, como un verdadero equipo que no dio una pelota por perdida.
Ahora, el martes enfrentará a Perú, quien en Córdoba derrotó a Colombia 2 a 0 en tiempo suplementario.
Damián Tiscornia
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