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sábado, 1 de octubre de 2011

¿Los dirigentes echan a la familia de las canchas uruguayas?


“Los violentos están alejando a la familia de las canchas”, se suele afirmar cada vez que hay un echo de violencia en los estadios en el fútbol uruguayo. Pero, ¿son ellos o los altos precios de las entradas que ponen en muchas oportunidades los cuadros en desarrollo?
El último fin de semana River Plate, que venía puntero junto a Peñarol, ofició de local ante el Aurinegro en el Estadio Centenario y los precios no eran para nada baratos: 100 pesos para la parcialidad Darsenera que no era socia y 230 pesos para la afición de Peñarol en la Tribuna Colombes, 330 la Olímpica y 430 la América. Con estos precios, una familia hincha de Peñarol que quisiera ir al partido con dos hijos, debía abonar como mínimo 920 pesos.
A pesar de los altos precios, el vicepresidente de River Plate Ricardo García los justifica. “Nosotros pusimos el precio que consideramos que correspondía. Hicimos un estudio de la realidad y pusimos un precio, a mi gusto, para nada mal. Era un espectáculo entre dos equipos que iban primeros”, declara a la vez que afirma que si bien se vendieron 7.500 localidades, el club recaudó más que cuando jugó contra Nacional.
Alfredo Jaureguiberry, quien es el Presidente de Cerro, no considera que los precios de las entradas sean caros. “Se cobra un mínimo de 70, 80 pesos y en un partido entre los chicos no se pasan de los 160 (pesos). Una caja de cigarrillos cuesta 70 pesos así que no. Uno quiere ver tercera y primera ¿y cuánto quiere pagar?”, argumenta. ¿Un partido de fútbol se disfruta lo mismo que una caja de cigarrillos? Por lo menos, un cotejo entre dos equipos no es causal de enfermedades pulmonares.
En 1997, Carlos Maresca, quien era el Presidente del Montevideo Wanderers, propuso una idea innovadora para aquella época: poner los precios populares en las tribunas para que la familia acompañe a su equipo. Maresca prefería recaudar lo mismo con 50.000 personas en las tribunas en vez de que el estadio este vacío con precios inaccesibles. Así lo recuerda: “Las realidades no son las mismas que a las que hace 20 años. En ese momento la concurrencia no era mucha. Siempre en todas las canchas había más lugares vacíos que gente. En esa época las recaudaciones fueran el precio que fueran no alcanzaban. La realidad era tratar de arrimar gente al fútbol. Hoy en día la realidad es otra. El fútbol uruguayo internacionalmente ha mejorado mucho. No tenemos los problemas que teníamos en ese tiempo”.
Maresca, quien está alejado del fútbol desde hace un largo tiempo, considera además que el fútbol uruguayo hoy en día es para la élite a la vez que opina que algunos clubes fijan los precios altos de las entradas para evitar que entren violentos a sus canchas. “De cualquier manera, creo que los precios son oferta y demanda. Hay gente que está dispuesta a pagar esos precios; a mi me parecen una exageración porque la gente común no puede seguir a su club todos los fines de semana a ese precio. Pero ya te digo, con realidades distintas no se pueden comparar un hecho y otro”, agrega.
Ahora, ¿los equipos en desarrollo se aprovechan de la convocatoria que tienen Peñarol y Nacional para fijar los precios de las entradas cuando son locales? “No sé si es una cuestión de aprovecharse, lo que sí es intentar sacar provecho, y no creo que esté mal, de una situación de privilegio en la tabla. Me parece que el problema no está en la entrada más alta. Yo creo que a lo que se habría que apuntar es a la (tribuna) popular. Es muy opinable la popular”, se defiende García.
Por su parte, Jaureguiberry declara: “Son espectáculos de equipos grandes y la gente no tiene problema. Ponga en el precio que las ponga si la gente tiene interés en ir, va. Fíjese Peñarol en la Libertadores lo que le cobro a sus propios hinchas y se agotaban las entradas. No están tan elevados los precios. Están acordes a como va el país”. Quizás el Presidente cerrense se olvide que el Manya jugó semifinales contra Vélez Sarsfield, que contaba en sus filas con Maximiliano Moralez, hoy en el Atalanta, y con la joven promesa Ricky Álvarez, quien hoy defiende al Internazionale de Milán. Y la final, que llegó a ella luego de 24 años, la disputó contra el Santos, en el que brillan aún hoy Neymar, Elano y Ganso por citar a algunos.
“Siempre es bueno que vaya mucha gente al fútbol. En la ecuación gente o recaudación, yo me inclinaría por la gente, pero ya te digo, hay que estar adentro para saber bien cómo son las cosas”, sostiene Maresca.




Damián Tiscornia
(Foto: Diario El país)

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