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viernes, 2 de septiembre de 2011

Gracias a Spa Francorchamps


El domingo 28 de agosto el alemán Sebastián Vettel ganó el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 y dio un paso importante en su lucha por el bicampeonato en la máxima categoría del automovilismo mundial. La carrera se disputó en el circuito de Spa Francorchamps.
Pero, por sobre todas las cosas, Vettel fue el vencedor de una muy linda carrera que tuvo todo lo que el espectador desea observar en un Gran Premio: sobrepasos, accidentes, abandonos y la incertidumbre de saber si iba o no a llover durante el transcurso de la carrera.
"Será importante tener en cuenta la carrera de Spa, ya que probablemente será húmeda y seca a momentos alternos durante el fín de semana", dijo antes del Gran Premio el británico de McLaren Jenson Button, quien finalizó tercero.
Es que eso es una de las características que tiene el circuito belga construido en 1923: la inestabilidad. Pese a ello, a los fanáticos de la Fórmula 1 los pilotos les regalaron una muy linda carrera, que tuvo ocho punteros durante su desarrollo. Finalmente se impuso otra vez Red Bull, como en la mayoría de las carreras de la temporada. Ello hizo que hasta el propio Fernando Alonso señalara: "Hay un auto que es una bala, y los demás, son normales".
Pero, más allá de eso, hay que aplaudir a los pilotos que dieron un gran espectáculo con muchos sobrepasos. Esos que hoy en día faltan en la mayoría de los circuitos construidos por el Arquitecto alemán Hermann Tilke, donde prevalece la belleza del circuito pero no del espectáculo. Uno de esos casos es el circuito callejero de Valencia, que si bien es muy bello para las cámaras y para las fotos, no lo es para la carrera. Allí no hay lugares de sobrepaso, y aunque se quiera imitar al emblemático circuito de Mónaco, no se lo va a poder comparar ni imitar nunca porque la belleza del circuito monegasco es única.
Se extrañan los circuitos donde lo que prevalecía era la conducción y la velocidad, como el antiguo circuito alemán de Hockenheim donde se alcanzaban los 330 km/h en recta. Ahora, dicho circuito se acortó a sólo 4574 metros por cuestiones de seguridad.
"Mis rivales no me quieren porque mi pecado es ser veloz", declaró en su momento el ex piloto Ayrton Senna. Y sentenció: "'Eau rouge' es una curva que mi corazón quiere que la pase a fondo, pero mi pie derecho no me deja".



Damián Tiscornia


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